miércoles, 30 de noviembre de 2011

AUTURAL-UPTA considera que si no cambia la tendencia se podría llegar a una disminución del 40% en las pernoctaciones de los próximos seis meses



Las perspectivas para los profesionales autónomos del turismo rural son desalentadoras.

El sector del turismo rural no está pasando por sus mejores momentos. Tras un verano tímido en reservas se augura un gran descenso en las pernoctaciones para los próximos seis meses.

Y es que las cifras que arrojan las previsiones de reservas, según datos de Ruralgest, demuestran que a pesar de los esfuerzos de los propietarios de alojamientos rurales por hacer de su oferta un producto atractivo, los bolsillos españoles no aceptan este gasto.

Las reservas se hacen cada vez con menos antelación, pasando de los 18 días de media en octubre del 2010, a escasamente los 3,5 días de media en el mismo mes del año en curso. “Esto significa que ya no planificamos los viajes a largo plazo, y que solamente cuando alcanzamos una punta de tesorería, nos lanzamos al turismo en el ámbito rural, lo que supone que los propietarios vivan en incertidumbre, no puedan programar actividades complementarias por falta de tiempo y como consecuencia, no puedan ofertar los servicios con la calidad que desearían”, asegura César García, secretario ejecutivo de Política Sectorial de UPTA España.

Otro dato significativo para AUTURAL-UPTA es el tiempo medio de estancia, teniendo en cuenta que el turismo rural es estacional, y sobre todo de fin de semana. Estos tiempos medios han sufrido un descenso respecto a octubre del 2010, pasando de una media de 2,77 días por reserva a 2,14 días en el año 2011.

El esfuerzo de los autónomos del turismo rural para convertir su oferta en atractiva está siendo titánico. Se está trabajando, sobre todo a través de las asociaciones, en servicios complementarios como la aportación de recorridos culturales, gastronómicos, enológicos, micológicos, incluso se está potenciando en algunas zonas el turismo rural industrial. Del mismo modo, los propietarios están haciendo un gran esfuerzo en las tarifas de sus alojamientos habiendo bajado estas de una media de 29,25 euros por pernoctación en el año 2010, a 22,28 euros en el año 2011, lo que supone aproximadamente un 25% de reducción en las tarifas.

Para AUTURAL-UPTA el turismo rural sigue siendo el gran olvidado de la Administración Pública, con grandes e importantes demandas que no se han tenido en cuenta. Por su importancia en la economía rural y por su capacidad para asentar población, “era merecedor de un plan específico de apoyo para los más de 15.000 autónomos que se dedican a la actividad”, explica García.

La Organización asegura que el turismo rural debería contar al menos con líneas de promoción y fomento, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, con una fiscalidad especial basada en el hecho de la estacionalidad de la actividad, con posibilidades de cotización parcial en el RETA, con la creación de una comisión de trabajo que analice las posibilidades de clasificar homogéneamente los diferentes tipos de alojamientos y sobre todo con un exhaustivo control e inspección de la oferta ilegal, que está lentamente matando el sector.

El turismo rural resultó una buena alternativa en los momentos de crisis del turismo hotelero tradicional de sol y playa, pero la recuperación de éste, confirmada por los datos de la encuesta hotelera realizada por el INE en el mes de octubre, parece que lo es en detrimento de una oferta turística mantenida por sus titulares, pero sin ningún apoyo del sector público.

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