jueves, 27 de octubre de 2011

En España existen un 8% más de alojamientos rurales que el año pasado


Castilla y León y Cataluña son las comunidades que han experimentado un mayor crecimiento del turismo rural, en un 18 y 17% respectivamente.

Ante la creciente demanda del turismo rural en los últimos años, Voyage Privé, el primer club privado de viajes online, presenta las principales tendencias que demandan los viajeros, entre las que se destacan las estancias en hoteles rurales o ‘con encanto’.

En 2001 había cerca de 5.500 alojamientos que ofertaban un total de 43.000 plazas, mientras que en 2011 el país ya cuenta con 15.500 establecimientos abiertos, sumando un total de 144.000 plazas. Esto significa un aumento del 8% en el número de alojamientos rurales con respecto al año anterior, y un 10% en la disponibilidad de los mismos, según datos del INE. Esto representa un crecimiento en los últimos diez años de más del 280%.

En cuanto a los destinos preferidos por los españoles, éstos optan por quedarse en territorio nacional, destacándose Castilla y León y Cataluña, las comunidades que han experimentado un mayor crecimiento en los meses de verano, con 18 y 17%, respectivamente.

Con el crecimiento exponencial del turismo rural en los últimos años, los usuarios de Voyage Privé de este tipo de viajes también se han vuelto más exigentes, demandando en la actualidad algo más que las tradicionales casas rurales.  “Antiguas casas señoriales, hoteles rurales que combinan estética rural con vanguardia, cottages de diseño y casonas montañesas de los siglos XVII y XVIII, son algunos de los alojamientos que más interesan a nuestros miembros,” explica Olivier Creiche, director general de Voyage Privé en España. “Ante todo, los turistas quieren respirar tranquilidad y disfrutar de unas vistas y un contacto con la naturaleza del que no disponen en la ciudad. Sin embargo, al mismo tiempo, quieren contar con las mismas comodidades y privilegios que ésta les ofrece, pero con las ventajas que supone estar en un ambiente libre del stress urbanita”, explica Creiche.

El turismo rural surgió a mediados del siglo XX como consecuencia de una revalorización de los espacios rurales, y porque ofrecían un contacto directo con la naturaleza. Esta tendencia, que comenzó su andadura en países como Irlanda o Francia, apuesta por lugares que ofrecen atractivos como la ausencia de contaminación y ruido, la belleza de los paisajes naturales, así como la cordialidad de sus habitantes. Se trata, en definitiva, de combinar turismo con gastronomía, tranquilidad y actividades lúdicas que permiten descansar al visitante del ritmo frenético de la vida urbana.

“Después de las vacaciones de verano, y hasta que llegan las siguientes fiestas navideñas, podemos sentir que el síndrome post-vacacional nos afecta. Por eso, el otoño es una de las mejores épocas del año para tener este tipo de escapadas que puedan apaliar estas sensaciones negativas”, comenta Olivier. “Durante esta estación del año, el turismo rural se convierte en la alternativa perfecta para viajes cortos en ‘puentes’ o fines de semana, lo que ayuda a que el regreso a la vida laboral y rutinaria sea más llevadero.”, apunta Creiche.

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